Tímido despegue de Retrópolis Valencia
Las jornadas Retrópolis Valencia, dedicadas a la informática clásica y organizadas por la UPV en el Museu de la Informàtica de la ETSINF, cerraron con moderada participación el día de la feria, 30 de abril de 2016. Los siguientes días se destinarán a actividades sobre retroinformática orientadas a la comunidad académica.
Ayer sábado 30 de abril tuvo lugar la primera de las jornadas del evento Retrópolis, la feria del videojuego clásico y la retroinformática que por vez primera organiza la Escola Tècnica Superior d’Enginyeria Informàtica, ETSINF, de la Universitat Politècnica de València.
Retrópolis se celebra entre el 30 de abril y el 5 de mayo de 2016, en el contexto de la semana cultural del centro. Es la tercera ocasión en que la ETSINF acoge un evento masivo de aficionados, aunque en las anteriores ocasiones la organización corría a cargo de varias entidades y esos eventos se denominaron Va de Retro Valencia.
En un espacio formado por tres salas de exposición, una zona de torneos y el Salón de Actos para las conferencias, según los organizadores aproximadamente 800 personas participaron durante el día de ayer en el conjunto de las actividades, algunas pensadas para recordar efemérides y otras orientadas al disfrute de los videojuegos, en directo o como exposición. Del mismo modo, la organización afirma que la media de ocupación en las conferencias fue de unas cincuenta personas, cifra que aumentó considerablemente en la charla de Manuel Pazos y Daniel Celemín.
Uno de los objetivos de Retrópolis, un acontecimiento que se refleja en las ya veteranas RetroEuskal y RetroMañía, organizadas por RetroAcción, era homenajear a protagonistas de la informática clásica de la década de 1980, en un 2016 lleno de novedades de software y de efemérides relacionadas con los videojuegos españoles de aquella época.
Retro Market Club retransmitió en directo desde las 11 de la mañana hasta las 8 de la tarde, desde su portada, las sesiones efectuadas en el Salón de Actos. Estas empezaron a las 11h con la intervención del empresario José Vicente Pons, programador y antiguo empleado de Opera Soft, quién contó sus experiencias de toda una vida programando videojuegos en diferentes empresas, desde una etapa anterior a Opera Soft hasta Akamon.
A mediodía se efectuó la visita guiada al Museu de la Informàtica de la ETSINF, que congregó a medio centenar de personas, las cuales tuvieron una visión de 360º de todo aquello que forma parte de reciente la historia de la microinformática. El Museu cuenta con aulas equipadas con ordenadores domésticos clásicos, en funcionamiento, y elementos estáticos expuestos en vitrinas.
A las 13h, el profesor Fran Gallego compartió con los asistentes a su charla conocimientos sobre creación de videojuegos, e impartió un mini cursillo de programación con la CPCtelera, un programa que agiliza el desarrollo de juegos en la plataforma Amstrad CPC.
Manuel Pazos y Daniel Celemín celebraron posteriormente, también en el Salón de Actos, un pequeño homenaje a los creadores del famoso juego La Abadía del Crimen y, de paso, explicaron cómo se conocieron y cómo se organizaron a distancia para programar juegos conjuntamente, del que La Abadía del Crimen Extensum es su última creación. Cabe destacar que Valencia ha sido primera ciudad que ha contado con una presentación, presencial, de La Abadía del Crimen Extensum por parte de sus autores.
Seguidamente, a las 17h y en una aula preparada para ello, el profesor Carlos Gracia desarrolló ante unas treinta personas un taller de creación de videojuegos, con una introducción social a los juegos desde ópticas antropológica y económica, se hizo un análisis de videojuegos clásicos y al final una sesión práctica con software específico.
Finalmente, el profesor Paco Portalo, Socio de Honor de la Asociación RetroAcción, explicó cómo se inició en el mundo de la programación de videojuegos, relató su dilatada experiencia con la microinformática y contó algunas anécdotas sobre Bugaboo. También llamado La Pulga, Bugaboo fue el primer videojuego español de la historia, desarrollado por el mismo Portalo y su amigo Paco Suárez, ambos de origen extremeño.
En definitiva, la feria Retrópolis tenía grandes expectativas para su primer día de actividades y, aunque contaba con un elenco de ponentes muy significativo, obtuvo una respuesta algo precaria por parte de la comunidad interesada en la informática popular de la década de 1980 y parte de la de 1990.